Lucía llega de Tapalqué (un pueblo en la provincia de Buenos Aires, en Argentina) a Buenos Aires alejándose de una situación familiar tensa. Su papá falleció por una enfermedad y su madre es un personaje totalmente detestable. Mientras reside en la casa del señor Buitrago, Lucía estudia en la escuela nocturna junto con su primo. Ahí estaría el pasado de Lucía.

Como es de esperarse, Lucía un día baja al sótano por el ascensor. Lucía desaparece. Allí comienza el misterio de la tercera puerta con la desesperación de Dora y del primo Diego, intentando revelar el misterio que crece luego con una segunda desaparición.
Debo reconocerle a este libro que la autora supo mantener la intriga. Arrojaba una pista pero uno no terminaba de entender (de hecho, en un momento nos despista) qué era lo que estaba sucediendo, quién era Benito, que había en el sótano, qué les pasaba a los personajes.
Si bien el final es un tanto previsible, no niego que para tratarse de literatura juvenil entretiene. No es un libro largo ni complejo. Lleno de diálogos cargados de comportamiento argentino, no se trata de una gran pieza de la literatura pero algo de misterio lo envuelve y te engancha. Lo suficiente como para que alguien que dejó hace tiempo a la literatura juvenil, terminara metida en sus hojas para acabar con la incertidumbre.